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La Corpo.

Fetullah Gülen vive en los Poconos, un pedacito de tierra cerca de Filadelfia, en los Estados Unidos. Exiliado desde finales de los 90, este clérigo desenfadadamente pro-capitalista, de excelentes relaciones con occidente es otro de los grandes protagonistas del referéndum.
A partir de su "inspiración", los seguidores de Gülen constituyeron una inmensa red que incluía medios de comunicación (el diario Zaman llegó a ser el de mayor tirada del país), entidades financieras (el Bank Asya, uno de los mayores bancos privados) y, por sobre todo, instituciones educativas, con orientación científica, que desde los años 70 se expandieron, primero, a lo largo de toda Turquía, luego en Asia Central, hasta llegar a los Estados Unidos, donde constituyó la principal red de escuelas charter del país.
La cofradía de Gülen ganó importancia también en el aparato estatal y, tras la llegada de Erdoğan y el AKP al gobierno, aportaría sus cuadros técnicos y profesionales para los puestos burocráticos, que el partido islamista no se encontraba en condiciones de llenar, y que necesitaba, imperiosamente, quitar de manos de los kemalistas laicistas, históricamente dominantes en los cuerpos estables del Estado.
La alianza con el AKP permitió a los seguidores de Gülen ocupar lugares prominentes en la policía y la justicia, desde donde emprendieron operaciones contra el establishment laicista en la administración y el ejército, así como contra dirigentes kurdos, mediante investigaciones irregulares, plagadas de pruebas plantadas mezcladas con elementos verídicos.
Si Erdoğan y el AKP necesitaban de Gülen para enfrentar a la burocracia laicista, y Gülen necesitaba al AKP para expandir su influencia en el aparato estatal, la alianza se rompió, por motivos no del todo claros, en diciembre de 2013, tras conocerse algunas escuchas, obtenidas irregularmente y reproducidas por los medios gulenistas, que involucraban a ministros y al hijo de Erdoğan, Bilal, en actos de corrupción.
Cuando, tras el fracasado golpe de estado del 15 de julio, el gobierno culpó a Gülen, ningún sector necesitó de mayores pruebas. Aunque resulta dudoso que haya sido el único sector implicado, y no se conocía una infiltración de gran escala en el ejército, algunas evidencias vinculan al grupo con la intentona. Enemistado con el AKP, ni los sectores laicistas ni la izquierda kurda pusieron peros a los señalamientos contra Gülen.
Su enorme red hoy se encuentra en proceso de desmantelamiento. Decenas de miles de sus seguidores fueron detenidos, otros miles despedidos, sus negocios y escuelas cerrados.
Derrotada, la organización y su extensa red se convirtió en uno de los principales argumentos a favor del poder concentrado.
Asegura Erdoğan que sólo un gobierno fuerte podra evitar una nueva infiltración.

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