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Los Fierros.


Tras el fallido intento de golpe, las fuerzas armadas son un actor ausente en esta discusión electoral. Acostumbradas a los pronunciamientos públicos, advertencias y condicionamientos del poder democràtico durante décadas, las sucesivas derrotas frente a la administración civil durante los gobiernos de Erdoğan menguaron la eficacia y frecuencia de sus intervenciones.
Consustanciadas con el gobierno en el combate a la insurgencia kurda en el sudeste y la frontera siria, y tras la purga de un tercio del alto mando, las fuerzas esperan, en aparente tranquilidad, el resultado de un referendo que, de ser positivo, eliminaría los fueros militares.
Hacia adelante, la disputa entre los mandos orientados al atlantismo y aquellos de preferencia eurasiática, con simpatías en Rusia, así como la capacidad de la dirigencia política para garantizar la paz y seguridad interior determinarán el comportamiento de este actor al que Erdoğan, por primera vez en la historia, muestra subordinado al poder democrático.

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